¿Quién no ha querido ser de pequeño un superhéroe? ¿Pelear a mamporros con los malos de turno? ¿Tener poderes que permitan volar, hacerse invisible o correr a velocidades de vértigo? El imaginario del cómic norteamericano ha supuesto para muchas generaciones una especie de religión alternativa, un Olimpo habitado por dioses de papel, una moral recta con la frase ‘Un gran poder conlleva una gran responsabilidad’ como principal mandamiento.
Los videojuegos han sido, en ese sentido, el vehículo tecnológico con el que hacer los sueños realidad. La posibilidad de meternos en la piel de un alterego capaz de rescatar a la chica en apuros con un ágil giro de joystick o de salvar el mundo a insistente golpe de botón, nos ha hecho sentir como héroes extraordinarios sin necesidad de salir de nuestros pequeños cuartos mal iluminados.
Nadie podía imaginar, a finales de los años treinta, que ese nuevo personaje de capa roja levantando un coche en la portada del número uno de ‘Action Comics’ se convertiría en un símbolo inmortal de proporciones planetarias, como tampoco nadie podía imaginar que en el futuro, en el lejano siglo XXI, miles de personas podrían habitar una realidad paralela emulando las hazañas de aquel ser llegado de Krypton.
En ‘DC Universe Online’ una Metropolis digital se erige bajo un cielo de azul inmaculado. En sus calles se librarán épicas batallas a la altura de las descritas en los tebeos. Ahora seremos nosotros quienes impartiremos justicia o, por el contrario, disfrutaremos creando el caos. Héroes y villanos se enfrentarán día y noche en un mundo persistente que se viene a sumar, de forma involuntaria, a las realidades paralelas siempre presentes en el universo DC (¿Recordáis la limpia de mundos que supuso el cómic ‘Crisis en tierras infinitas’?).
Fuente: www.vidaextra.com
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